De vuelta al trabajo

Esta mañana ha sonado el despertador a las 7 y me ha costado todo mucho.
Me ha costado abrir los ojos, me ha costado poner los pies en el suelo,
me costado desplazarme hasta el lavabo, ducharme, desayunar... Todo me ha costado mucho.
He pensado "será un día de mierda!"
En el tren me he sentado en el único sitio que quedaba vacío. Las conversaciones de la gente no suelen interesarme, pero hoy había una que me ha llamado la atención. Para disimular, me he puesto los auriculares pero no he encendido el mp3, de manera que lo he escuchado todo. TODO!
Era una amiga de la chica con la que me he estado acostando últimamente,que le explicaba a una amiga común todo lo nuestro...
Con un nivel de detalle que ni yo mismo recordaba...
Me he asustado un poco. Yo no se lo he contado a nadie (sólo a vosotros y no todo). Por lo visto lo nuestro es más que una aventura sexual... y yo no lo sabía.
Yo en estos momentos no quiero nada que no sea una simple aventura sexual.
Creo que no volveré a verla...

RELAJADO

Caminé toda la tarde por la orilla del mar. Me encanta la sensación de andar por la arena de la playa y que de vez en cuando el agua del mar moje tus pies o te salpique las piernas...
Estuve pensando, cantando, recordando.
Me quedo con lo bueno, claro, aunque el final ha sido demasiado dramático par mi gusto.
No estoy acostumbrado al mal rollo, aunque reconozco que cada vez me se mover mejor en según que situaciones...
Se me hizo de noche en la playa y como no había nadie cerca (ni lejos) me desnudé y me tumbé en la arena.
Me sentí libre. Allí estábamos el mundo y yo, solos.
Me vino a la mente una escena de una película en que la el protagonista acababa bañándose desnudo en la playa y luego aparecía una bella mujer con la que acababa haciendo el amor...
No fue el caso. Intenté bañarme, pero el agua estaba demasiado fría y como no había ninguna mujer a la que impresionar reculé, me vestí y me fui...
Eso sí, me fui tranquilo, feliz y relajado.
Muy relajado...

Contento porqué por fin parece que la vida me sonríe.
¿Habrán acabado y a los malos tiempos?
Creo que ayer puse punto y final a una etapa que debería haber finiquitado hace tiempo...

Sí

Todo ha ido bien.
Llegamos con nuestros libros debajo del brazo. Nos vimos en la puerta y, como faltaba un cuarto de hora para empezar, nos fuimos a tomar un café. Ya no volvimos...
Nos tomamos un café (el mio con leche -nunca he podido con el agrio café solo-) y le pregunté si dábamos una vuelta por el casco antiguo de la ciudad.
Estuvimos paseando y hablando de todo. Genial. Sintonía total. Paseando llegamos como por inercia a la puerta de mi casa. Subimos.
Nos besamos lárgamente, jugamos mucho. Me hizo ver las estrellas con su lengua recorriendo todo mi cuerpo y acariciando y penetrando mi ano.
A los dos nos encanta el sexo oral y los dos lo dimos todo. Yo también le comí su culito y ella me pidió que se la metiera por el culo.
Lo hice. Era la primera vez que yo practicaba sexo anal. Por lo visto no era su primera vez, mejor...
No cenamos. Follamos toda la tarde y toda la noche.
Hasta 15 orgamos llegué a contar. Otros tantos ella.
A las 5 de la mañana nos dormimos, al menos me dormí yo.
Cuando desperté ella ya no estaba, pero me había dejado un mensaje en la mesita...

HA LLEGADO EL DÍA

Hoy es viernes y eso signfica que ha llegado el día. Hoy la volveré a ver (espero). Y hoy (espero) volveremos a olernos, volveremos a saborearnos y volveremos a hacerlo... (espero).
Tengo muchas expectativas porque lo del viernes pasado fue una pasada, pero a la vez tengo un poco de mala conciencia.
Esta semana he salido un par de noches y las dos noches he acabado en la cama. Las dos noches con la misma mujer. Mucho sexo y muy bueno, buenísimo... pero no ha sido lo mismo que con ella.
Me siento mal por haber follado sin sentimientos, sólo disfrutando del sexo. Y me siento mal porque a pesar de lo bien que lo he pasado, mi mente estaba pensando en otra, en ella.
Tengo ganas de verla.

Tranquilo y feliz

Tranquilo y feliz, aunque falten los motivos.
Tranquilo y feliz, porque tengo una esperanza.
Tranquilo y feliz, sabiendo lo que me espera.
Tranquilo y feliz, sin saber muy bien porqué...

actividad literaria

Ha sido un fin de semana frenético y muy sexual.
El viernes empezó siendo aburrido, la verdad. Asistí a una actividad literaria. Las lecturas eran interesantes, pero yo no estaba especialmente motivado... hasta que la vi!
Estaba sentada tres filas por detrás, pero la vi y ya no puede seguir la lectura.
Cuando acabó la actividad me hice el encontradizo para forzar un encuentro con ella. Y así fue.
-qué te ha parecido?
-bien, aunque no es su mejor libro...
Creo que se dio cuenta que el libro me interesaba poco y que lo que me iba interesando más eran sus ojos y, sobretodo, su escote. Se me escaparon un par de miradas hacia sus pechos (miradas que no pasaron desapercibidas...).
Le propuse acabar de comentar el libro en una cafetería cercana y aceptó.

En la cafetería de lo que menos hablamos fue del libro, afortunadamente. El libro era soporífero, pero sus tetas cada vez me gustaban más. Hablamos del tiempo, de la ciudad, de la crisis y de cocina. Le dije que yo no era un gran cocinero, pero algunos platos sí me salían bien... y que si los quería probar...
Sin duda era mi día de suerte. Dijo que sí.

Fuimos juntos a mi casa. Llegamos, pero no me dio tiempo de enseñársela. En el recibidor nos besamos, apasionadamente. Nuestras lenguas se conocieron y juguetearon.
Poco a poco le deabroché la camisa blanca en la que se entrevían los pezones, duros, durísimos. Jugué con ellos, los chupé y los mordí suavemente.
Ella me quitó el jersey e hizo lo mismo conmigo, y luego bajó, y bajó.
Me bajó los pantalones y me la sacó. Tenía la polla dura, durísima. Se le metió en la boca y de allí ya no salió hasta después del orgasmo.
Fuimos al sofá. Le quité la ropa y paseé mi lengua por todo su cuerpo, desde las orejas hasta los dedos de los pies.
Luego retrocedí y paré en su sexo. Jugué con con. Mi lengua iba y venía de su clítoris a su culito. Por los gemidos entendí que le gustaba, así que seguí hasta que se corrió.
Me pidió más y seguí. Se corrió tres o cuatro veces (al final perdí la cuenta).
Fuimos a la cama, me estiró y se estiró encima mía. Follamos como locos y nos volvimos a correr.
Acabamos cansadísimos pero muy satisfechos.

Le dije que haría algo de cenar, pero no quiso.
Se fue.
No se nada más de ella. No tengo su teléfono, ni su mail.
Sólo espero que aparezca el próximo viernes en la actividad literaria.